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DECLARARON DE INTERÉS PÚBLICO LA FABRICACIÓN DE MEDICAMENTOS EN LABORATORIOS ESTATALES
Un remedio esperado
La reciente sanción definitiva por parte del Senado de la Nación de la ley que impulsa la fabricación de fármacos en el ámbito estatal puede producir un impacto económico, ya que se podrían fabricar medicamentos hasta cuatro veces más baratos que los del sector privado, al tiempo que se contribuye a garantizar un mayor acceso a la salud.
Por Laura Villafañe
Así, para el Estado, los medicamentos dejan de considerarse una mercancía para convertirse en un bien social. La iniciativa no solo implica un paso importante para abaratar el gasto público en medicamentos, vacunas y materias primas, sino que, además, promueve el desarrollo científico y tecnológico.
Argentina cuenta, hoy, con 39 laboratorios de gestión estatal. Ya en 1871, se elaboró la primera vacuna antivariólica del país, como así también los primeros sueros antidiftéricos de elaboración nacional. Por ejemplo, la vacuna BCG preparada en Argentina solo se elabora en el Instituto Malbrán de la Capital Federal y en el Instituto Biológico Tomás Perón de La Plata.
Un antecedente se retrotrae a la década de los '40s, cuando se creó, a instancias del doctor Ramón Carrillo, durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, la Empresa Medicinal del Estado, donde se generaron diversos medicamentos. Luego, la producción pública cobró impulso con la Ley de Medicamentos Genéricos, impulsada por Ginés González García y sancionada en agosto de 2002, que estableció que los médicos debían recetar los remedios por el nombre de la droga y no por su denominación comercial.
Huérfanos
Uno de los puntos de la ley establece la promoción, el desarrollo y la producción de medicamentos huérfanos, es decir, aquellos que, por ser de baja rentabilidad, dejaron de ser elaborados por la industria privada, pero que son de vital importancia para el tratamiento de diversas patologías, especialmente, aquellas causadas por intoxicaciones.
Es por eso que el Estado debe estar presente para contribuir a la cura de enfermedades que no le interesan a la industria farmacéutica. Lo que está en juego es nada más y nada menos que vidas humanas.
En ese sentido, por ejemplo, el Instituto Biológico bonaerense hará entrega de cien ampollas al Hospital de Niños Sor María Ludovica, para el tratamiento de las intoxicaciones producidas por plomo.
Actualmente, los 39 laboratorios públicos producen 250 medicamentos básicos esenciales y algunos de ellos exportan sus productos a países del Mercosur. Tal es el caso del Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba, la planta fraccionadora de plasma humano de mayor capacidad de producción en toda Latinoamérica.
De este modo, resultaba indispensable una declaración de interés público a la fabricación de fármacos, en la que el Estado debe ser el garante en la salud y estar presente allí donde la industria privada no lo está, para aquellos que necesitan nada menos que una cura para su enfermedad.
Producción confiable
Por Enrique Martínez
Presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
La declaración de interés público de producción pública de medicamentos va a asegurar una oferta importante y diversificada a disposición de los sectores más humildes. La ley es una declaración de carácter político muy importante, pero, ahora, hace falta el carácter instrumental.
La fabricación incluye todos los genéricos que habitualmente se recetan en un centro de atención hospitalaria, con el fin de abastecer, fundamentalmente, a los beneficiarios del plan Remediar, que provee fármacos a todas las salas de atención primaria del país.
Esta ley viene a destrabar un nudo político que consistía en las habilitaciones de los laboratorios que, como no tenían demanda, no eran habilitados. Ahora, se establece que tendrán preferencia los laboratorios públicos.
El INTI, en este marco, funcionará como un organismo de control de calidad de procesos y de productos finales. Una de las barreras a superar es que esta producción pública de medicamentos no sea considerada una “producción de segunda” o poco confiable por parte de los consumidores. Para eso, es importante que todos los laboratorios tengan certificación con validación internacional.
Los principales puntos de la ley
. Se declara de interés nacional la investigación y producción pública de medicamentos, materias primas para la producción de medicamentos, vacunas y productos médicos entendiendo a los mismos como bienes sociales.
. Se promueve la accesibilidad de medicamentos, vacunas y productos médicos y se propicia el desarrollo científico y tecnológico a través de laboratorios de producción pública, que son aquellos pertenecientes a los Estados nacional, provincial, municipal y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de las fuerzas armadas y de las instituciones universitarias de gestión estatal.
. Se promueve la provisión de medicamentos, vacunas y productos médicos que demande la atención primaria de la salud. También, se impulsa la investigación, la producción y el desarrollo de principios activos vegetales y fitomedicamentos.
Así, para el Estado, los medicamentos dejan de considerarse una mercancía para convertirse en un bien social. La iniciativa no solo implica un paso importante para abaratar el gasto público en medicamentos, vacunas y materias primas, sino que, además, promueve el desarrollo científico y tecnológico.
Argentina cuenta, hoy, con 39 laboratorios de gestión estatal. Ya en 1871, se elaboró la primera vacuna antivariólica del país, como así también los primeros sueros antidiftéricos de elaboración nacional. Por ejemplo, la vacuna BCG preparada en Argentina solo se elabora en el Instituto Malbrán de la Capital Federal y en el Instituto Biológico Tomás Perón de La Plata.
Un antecedente se retrotrae a la década de los '40s, cuando se creó, a instancias del doctor Ramón Carrillo, durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, la Empresa Medicinal del Estado, donde se generaron diversos medicamentos. Luego, la producción pública cobró impulso con la Ley de Medicamentos Genéricos, impulsada por Ginés González García y sancionada en agosto de 2002, que estableció que los médicos debían recetar los remedios por el nombre de la droga y no por su denominación comercial.
Huérfanos
Uno de los puntos de la ley establece la promoción, el desarrollo y la producción de medicamentos huérfanos, es decir, aquellos que, por ser de baja rentabilidad, dejaron de ser elaborados por la industria privada, pero que son de vital importancia para el tratamiento de diversas patologías, especialmente, aquellas causadas por intoxicaciones.
Es por eso que el Estado debe estar presente para contribuir a la cura de enfermedades que no le interesan a la industria farmacéutica. Lo que está en juego es nada más y nada menos que vidas humanas.
En ese sentido, por ejemplo, el Instituto Biológico bonaerense hará entrega de cien ampollas al Hospital de Niños Sor María Ludovica, para el tratamiento de las intoxicaciones producidas por plomo.
Actualmente, los 39 laboratorios públicos producen 250 medicamentos básicos esenciales y algunos de ellos exportan sus productos a países del Mercosur. Tal es el caso del Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba, la planta fraccionadora de plasma humano de mayor capacidad de producción en toda Latinoamérica.
De este modo, resultaba indispensable una declaración de interés público a la fabricación de fármacos, en la que el Estado debe ser el garante en la salud y estar presente allí donde la industria privada no lo está, para aquellos que necesitan nada menos que una cura para su enfermedad.
Producción confiable
Por Enrique Martínez
Presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
La declaración de interés público de producción pública de medicamentos va a asegurar una oferta importante y diversificada a disposición de los sectores más humildes. La ley es una declaración de carácter político muy importante, pero, ahora, hace falta el carácter instrumental.
La fabricación incluye todos los genéricos que habitualmente se recetan en un centro de atención hospitalaria, con el fin de abastecer, fundamentalmente, a los beneficiarios del plan Remediar, que provee fármacos a todas las salas de atención primaria del país.
Esta ley viene a destrabar un nudo político que consistía en las habilitaciones de los laboratorios que, como no tenían demanda, no eran habilitados. Ahora, se establece que tendrán preferencia los laboratorios públicos.
El INTI, en este marco, funcionará como un organismo de control de calidad de procesos y de productos finales. Una de las barreras a superar es que esta producción pública de medicamentos no sea considerada una “producción de segunda” o poco confiable por parte de los consumidores. Para eso, es importante que todos los laboratorios tengan certificación con validación internacional.
Los principales puntos de la ley
. Se declara de interés nacional la investigación y producción pública de medicamentos, materias primas para la producción de medicamentos, vacunas y productos médicos entendiendo a los mismos como bienes sociales.
. Se promueve la accesibilidad de medicamentos, vacunas y productos médicos y se propicia el desarrollo científico y tecnológico a través de laboratorios de producción pública, que son aquellos pertenecientes a los Estados nacional, provincial, municipal y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de las fuerzas armadas y de las instituciones universitarias de gestión estatal.
. Se promueve la provisión de medicamentos, vacunas y productos médicos que demande la atención primaria de la salud. También, se impulsa la investigación, la producción y el desarrollo de principios activos vegetales y fitomedicamentos.
Fecha de Publicación: 2011-07-12
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